El número de casos de coronavirus en los Estados Unidos subió a un máximo histórico de más de 50.000 infectados por día, con la curva de infección aumentando en 40 de 50 estados.
En otro indicador alarmante, 36 estados están viendo un aumento en el porcentaje de pruebas que están dando resultados positivos para el virus. El aumento se atribuyó en parte a los estadounidenses que no usan máscaras faciales o que siguen otras reglas de distanciamiento social a medida que los estados levantaron sus bloqueos en las últimas semanas.
Estados Unidos registró 50.700 casos nuevos, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins. Eso representa una duplicación del total diario durante el mes pasado y es más alto incluso de lo que el país presenció durante la fase más mortal de la crisis en abril y mayo.
Todos los estados, excepto 10, muestran un aumento en los casos recientemente confirmados en los últimos 14 días, según los datos recopilados por el Proyecto de Seguimiento COVID, una organización voluntaria que recopila información de pruebas. Los brotes son más severos en Arizona, Texas y Florida, que junto con California han vuelto a cerrar o han reprimido en bares, restaurantes y cines.
Si bien algunos de los aumentos pueden explicarse en parte por pruebas ampliadas, otros indicadores también son sombríos, incluidas las hospitalizaciones y las tasas de pruebas positivas. En las últimas dos semanas, el porcentaje de pruebas positivas en Georgia, Kansas y Tennessee se ha duplicado. En Idaho y Nevada, se ha triplicado.
El aumento en los casos se produce cuando los estadounidenses se dirigen a un fin de semana festivo del 4 de julio que los funcionarios de salud advierten que podría agregarle combustible al virus al atraer grandes multitudes. Muchos municipios han cancelado los fuegos artificiales. Las playas de California y Florida han sido cerradas.
