La medida de emergencia, aprobada por el Congreso la semana pasada, permite a las personas retirar hasta el 10 por ciento de sus contribuciones para el próximo año. El jueves, se vieron líneas largas en la capital, Santiago, fuera de las oficinas de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) mientras los chilenos buscaban aprovechar la nueva ley.
El Superintendente de Pensiones de Chile dijo en un comunicado que 3.024.347 personas habían solicitado retirar su parte antes de las 5pm hora local.
 |
| La nueva ley permite a los chilenos retirar hasta el 10 por ciento de sus ahorros para la jubilación, a medida que la economía se ve afectada. |
Los sitios web de varios de los administradores de fondos colapsaron en medio del diluvio de solicitudes, lo que provocó una disculpa de las compañías.
"Como advertimos desde el principio, este proceso no tiene precedentes y hemos tenido que preparar rápidamente todas las plataformas", dijo Fernando Larrain, presidente de la asociación de administradoras de fondos de pensiones de Chile.
Las autoridades dijeron que tomaría 10 días hábiles para que lleguen los primeros pagos. En gran medida, se espera que la entrada de efectivo en los bolsillos de los chilenos cotidianos, muy afectados por las consecuencias financieras del virus, impulse la economía.
El sistema de pensiones privatizado de Chile, introducido en la década de 1980 bajo el dictador Augusto Pinochet, a menudo ha sido aclamado como modelo, pero también ha sido fuertemente criticado en los últimos años por los bajos pagos.
La pandemia de coronavirus, que ha infectado a más de 350,000 personas y mató a casi 9,000 en Chile, ha hundido lo que una vez fue la economía más fuerte de América Latina en una profunda recesión , dejando a casi 2.5 millones sin trabajo.
El sistema de pensiones privatizado de Chile, introducido en la década de 1980 bajo el dictador Augusto Pinochet, a menudo ha sido aclamado como modelo, pero también ha sido fuertemente criticado en los últimos años por los bajos pagos.
La pandemia de coronavirus, que ha infectado a más de 350,000 personas y mató a casi 9,000 en Chile, ha hundido lo que una vez fue la economía más fuerte de América Latina en una profunda recesión , dejando a casi 2.5 millones sin trabajo.
