Afortunadamente, nadie ha muerto, sin embargo, según Elliott, el futuro cercano está lejos de ser color de rosa. El funcionario instó a los ciudadanos a actuar con la máxima cautela, a no exponerse a peligros y a ayudar en el trabajo de los servicios de emergencia de todas las formas posibles.
El primer ministro estatal, Gledis Berejiklyan, dijo que algunas familias se vieron obligadas a evacuar en medio de la noche cuando los ríos subieron a niveles peligrosos. Otras 4.000 personas (la mayoría en Hawkesbury) estaban al borde de la evacuación el domingo.
Berejiklyan también agregó que tales desastres naturales en estas áreas no se han visto desde los años 60. En las partes más afectadas del estado, este alboroto ocurre una vez cada cien años, mientras que en otras, como Hawkesbury, el doble de frecuencia.