Nuestro cuerpo tiene ciertas hormonas que se liberan durante el estrés. Durante este período, ingresa más adrenalina al torrente sanguíneo. Las hormonas hacen que su corazón lata más rápido, cambian su presión arterial y su forma de respirar. Los vasos sanguíneos se ensanchan y permiten que pase más sangre, ya que nuestro cuerpo se calienta y produce sudor para enfriarlo.
El estrés puede ser a largo plazo, como prepararse para un examen difícil o problemas personales con padres, maestros o amigos. El estrés ocurre cuando trabajamos demasiado para relajarnos. Este estrés prolongado mantiene nuestro cuerpo "alerta" y bombea hormonas al torrente sanguíneo durante más tiempo, lo que daña nuestro cuerpo, nos fatiga y debilita el sistema inmunológico.
Las personas que experimentan estrés prolongado tienen los siguientes síntomas:
- Ataques de pánico
- Cambios de humor rápidos
- Problemas de estómago, dolores de cabeza
- Problema de sueño
- Depresión
Hacer frente al estrés puede ser complicado, pero con unos pocos ejercicios simples puede mantenerlo bajo control. El más simple de ellos es dormir bien por la noche. Esto ayudará al cuerpo a relajarse. Los ejercicios especiales de respiración, la lectura de su libro favorito y un baño relajante también ayudan en la lucha contra el estrés.
Los médicos aconsejan a las personas sometidas a estrés que empiecen a hacer ejercicio. Y no tienes que sudar por las tardes en el gimnasio, basta con trotar por la mañana o hacer gimnasia. Y, por supuesto, no debes olvidarte de tomar vitaminas y pensar positivamente.
