Un equipo internacional de investigadores mientras trabajaba en México descubrió un fósil preservado de un tiburón del Cretácico con largas aletas pectorales que se asemejan a alas.
Encontrar la especie más antigua de tiburones permitió a los científicos abrir una nueva familia, porque exteriormente estos tiburones se parecían a sus parientes más cercanos. Según los paleontólogos, el espécimen fosilizado, que fue desenterrado en México, pertenece a una antigua especie de tiburón, que vivió incluso antes de la aparición de rayas y mantarrayas. Los investigadores llaman al hallazgo "alado" debido al hecho de que tiene aletas pectorales planas que se asemejan a alas.
La especie descubierta de criatura antigua recibió el nombre de Aquilolamna milarcae. El grupo de quienes descubrieron el nuevo tiburón incluía a científicos de Francia, Alemania y México.
Según los expertos, la criatura "alada" tenía un poco más de un metro y medio de largo, y la envergadura era de casi dos metros de largo. El animal era bastante lento y se alimentaba principalmente de plancton, sugieren los investigadores.