El viernes por la noche, decenas de miles de judíos ultraortodoxos celebraron Lag BaOmer en el monte Meron en Galilea. Una de las gradas no pudo soportar el peso de la gente y se derrumbó. Sin embargo, la mayoría de los israelíes no murieron bajo los escombros, sino a causa del pánico y el aplastamiento que siguieron.
Según los últimos datos, 45 personas murieron, 103 recibieron lesiones de diversa gravedad. Lo más probable es que el número de muertos no sea definitivo: decenas de víctimas se encuentran en estado crítico.
Según testigos presenciales, tras el derrumbe de la tribuna, la gente corrió hacia la salida. En el estrecho pasillo central, alguien cayó, provocando un "efecto dominó". Y otro paso entre las gradas fue bloqueado por policías que intentaron asegurar el distanciamiento social. Por supuesto, no lo consiguieron.
La celebración anual en el Monte Meron atrae de 300 a 500 mil peregrinos. Está la tumba de Shimon bar Yochai, quien escribió el libro de Cabalá "El Zohar". También en este día, los judíos recuerdan cómo terminó una epidemia en el siglo I que se cobró la vida de 24 mil estudiantes de uno de los principales maestros del judaísmo, el rabino Akiva. En esta festividad, es costumbre cantar canciones, divertirse y encender grandes hogueras.
