El sobrepeso y la obesidad clínica se reconocen como factores que tienen un gran impacto en los riesgos asociados al desarrollo de complicaciones, hospitalización y muerte en la neumonía por coronavirus. Quizás los científicos pudieron encontrar una explicación para esta conexión entre la obesidad y el coronavirus.
Los expertos de la Universidad de Stanford han descubierto que el nuevo coronavirus tiene la capacidad de infectar directamente las células grasas del cuerpo. Esto, a su vez, puede provocar toda una cascada de procesos inflamatorios que afectan negativamente el trabajo de otros órganos, incluidos el corazón y los pulmones. Según el profesor William Schaffner, la grasa en este caso puede convertirse en un reservorio del virus y participar en la inflamación posterior.
Según las estadísticas, la obesidad aumenta tres veces el riesgo de hospitalización con complicaciones de la infección por coronavirus. Esto es muy importante si se tiene en cuenta que dos tercios de los adultos estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos.
