La FIFA anunció el sábado la suspensión del presidente de la federación española, Luis Rubiales, de todas las actividades relacionadas con el fútbol durante tres meses, mientras investiga las acusaciones de un beso no deseado en los labios de la jugadora Jenni Hermoso después de que el equipo femenino de España ganara la Copa del Mundo.
Esta decisión, que tiene efecto inmediato en las actividades nacionales e internacionales de Rubiales, fue tomada por el comité disciplinario de la máxima entidad del fútbol mundial, según informó la FIFA en un comunicado.
La FIFA había iniciado un procedimiento disciplinario contra Rubiales el jueves debido a sus acciones del domingo pasado en Sídney. Rubiales ha afirmado que defenderá su "completa inocencia".
Rubiales, de 46 años, ha mantenido una postura desafiante con respecto al beso, que ha sido condenado como no deseado tanto por Hermoso como por sus compañeras de equipo y el gobierno español, argumentando que fue consensuado. Aun así, la federación que preside había afirmado previamente el sábado que lo respaldaría.
Después del comunicado de la FIFA, un portavoz de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dijo: "Respetamos todos los pronunciamientos de la FIFA".
En un comunicado a través de la federación, Rubiales declaró: "Luis Rubiales ha manifestado que se defenderá legalmente ante los organismos competentes, confía plenamente en la FIFA y reitera que de esta manera se le da la oportunidad de comenzar su defensa para que prevalezca la verdad y se demuestre su completa inocencia".
Gary Lineker, exjugador de Inglaterra y Barcelona, resumió gran parte de la reacción pública ante la decisión de la FIFA, publicando en español en X, antes conocido como Twitter: "¡Por fin!".
Rubiales jugó principalmente en la segunda división de España durante una carrera de 12 años. Cuando fue elegido para liderar la RFEF en 2018, prometió modernizar su estructura, aumentar los ingresos y hacer que la federación fuera más transparente.
Grupos feministas llevaron a cabo manifestaciones en Madrid, Santander y Logroño el sábado exigiendo su renuncia.
Rubiales se negó a dimitir el viernes, buscando defender su comportamiento y calificando el beso como "espontáneo, mutuo, eufórico y consensuado".
En un comunicado horas antes de la acción de la FIFA el sábado, la federación dijo que demostraría que se habían contado mentiras sobre lo sucedido por parte de Hermoso o personas que hablaban en su nombre.
El comunicado, emitido en el sitio web de la RFEF, decía que tomaría las acciones legales apropiadas para defender el honor de Rubiales, pero no especificaba en qué consistirían estas acciones.
El gobierno español no puede destituir a Rubiales, pero ha denunciado enérgicamente sus acciones y dijo el viernes que buscaba su suspensión mediante un procedimiento legal ante un tribunal deportivo.
En un comunicado conjunto enviado a través de su sindicato FUTPRO el viernes por la noche, las 23 jugadoras del equipo español que ganó la Copa, incluida Hermoso, junto con otros 32 miembros del equipo, anunciaron que no jugarían partidos internacionales mientras Rubiales siguiera siendo el presidente de la federación.
En el mismo comunicado, Hermoso negó la afirmación de Rubiales de que el beso fue consensuado, escribiendo: "Quiero aclarar que, como se vio en las imágenes, en ningún momento consentí el beso que me dio y, por supuesto, en ningún caso intenté levantar al presidente".
En su comunicado del sábado temprano, la federación declaró: "La RFEF y el presidente, dada la gravedad del contenido del comunicado de prensa del sindicato FUTPRO, iniciarán las acciones legales correspondientes".
"La RFEF y el presidente demostrarán cada una de las mentiras que se difunden ya sea por alguien en nombre de la jugadora o, si corresponde, por la jugadora misma", afirmó.
